Me sorprende, aunque cada vez menos, la inmigración de actores y grandes directores a las series de TV. Es un claro ejemplo de la mala salud cinematográfica americana, donde cada vez cuesta más trabajo encontrar una salida decente para actores de la talla de Hoffman o Nolte. Si vemos la carrera de estos grandes del cine en los últimos años, podemos entender que necesitan reafirmarse en su campo. El papel de Hoffman en la serie, por ejemplo, es de esos papeles que te dan un Oscars, pero ya nadie apuesta por las viejas glorias para esas cosas y prefieren la sangre nueva, que es normal. Y Nolte, con su pausada y reflexiva forma de actuar, se debe de sentir cómodo en estos papeles de larga duración.
El piloto funciona como carta de presentación de forma magnifica. Es cierto que alguna vez resulta confuso y complicado, pero creo que las elipsis están tratadas con buena mano y la presencia de Mann hace que la difícil tarea de dirigir un piloto de una serie con tantos actores y tantas tramas se convierta en un ejercicio de estilo excepcional. Uno de los logros de este piloto, sin duda, es el magnifico tratamiento de las carreras de caballos, filmados con mano sabia y veterana por Mann. El resto es poco criticable de momento; no hay suficiente material para afirmar o negar con rotundidad la calidad de esta serie. Es como hubiese dejado de ver The Wire porque el primer capítulo me pareció aburrido y lento como el solo. No sería justo.
no me la perderé y mas saliendo Hoffman, me parece un crack ese hombre. En cuanto a Nolte sigo pensando que se merece el oscar a mejor secundario por su papel en Warrior.
ResponderEliminar[...] calidad y la exquisitez. A finales del 2011 pudimos ver, a modo de carta de presentación, el piloto que la HBO estrenó de la mano de Michael Mann, convirtiéndose, a mi juicio, en una obra maestra [...]
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