La moral según Clonney

• LOS IDUS DE MARZO


• PAIS: EEUU


• AÑO: 2011


• DIRECTOR: GEORGE CLOONEY


• 100 minutos

El señor Clooney ataca de nuevo. Después de dejarnos con la boca entreabierta con films como Buenas Noches y Buena suerte o Confesiones de una mente peligrosa, con los que cosechó éxito y nominaciones, entrando así en el selecto grupo de los malos actores, pero buenos directores, dirigido por Clint Eastwood y seguido muy de cerca por Ben Aflleck,  Liev Schreider o Mel Gibson, aunque solo a medias y muy a mi pesar.

No es que tenga nada en contra de Clooney como actor, simplemente lleva mucho tiempo haciendo el mismo papel y esa sonrisilla de medio lado es repelente a más no poder, pero como director es muy bueno, todo hay que decirlo. Sabe de cine y sabe transmitirlo, que es lo más difícil. Sabe de cine porque sabe escoger guión, sabe escoger buenos actores y, lo que es más importante, sabe ponerse detrás de la cámara y dar forma a todo eso. 



Hablar sobre la hipocresía en los tiempos que corren es como bajar al bar de abajo y tomarte un café: fácil, sencillo y barato. No hay que volverse loco buscando argumentos intrincados, ni argumentar mucho tu punto de vista, basta con salir a la calle, leer un periódico o mirarte al espejo. Por eso, Clooney, no entra al trapo con todo, sino que se reserva cosas, dejando al espectador con una sensación extraña. Para aquellos que no sepan definirla dirán que la película es mala o que tiene un guión malo y superficial, pero para otros, entre los que me incluyo, dirán que es una película bastante interesante, necesaria y más agría que un limón verde. Con este film, Clooney me ha demostrado que sabe hacer las cosas bien y que, al margen de zumbarse a  "la Sucia Diana" y otras cosas de su vida privada, es un tío inteligente, lo cual no quiere decir que por zumbarse a "la Sucia Diana" no sea un tío inteligente, pero en otro plano.

Los Idus de Marzo nos sumerge desde dentro en el mundo de la política en Norteamérica que, para el profano en el asunto, diré que no tiene nada que ver con lo que se hace en España. Aquello es muy diferente. Habla sobre la campaña de un candidato y de como los resultados en Ohio pueden actuar como catalizador de los resultados globales en el país.  En esté contexto tenemos a Clooney como candidato, a Ryan Gosling como el idealista joven y brillante a cargo de la campaña del primero, a Philip Seymour Hoffman como jefe de Gosling, a Marisa Tomei como la periodista gafapastosa y cargante, a Paul Giamitti como el homónimo de Gosling en el bando contrario y a Evan Rachel Wood como la interna. Con lo que puedo afirmar que es la película que reúne el mejor reparto en el 2011, con permiso de Un Método Peligroso de Cronenberg. La crítica de Clooney se centra en la manipulación, en el engaño, no de unos, sino de todos contra todos. Pone énfasis en lo despiadado que puede llegar a ser el hombre cuando pretende detentar el poder. Por eso me gustan tantos esos planos que fijan el objetivo en los que están detrás de ese político que sonríe y sonríe, y sonríe, y sonríe...

¿Se puede hacer un film con este reparto esperando a que ellos mismos hagan de él algo grande? Claro que si, pero hay que matizar. Ryan Gosling es el actor joven con más proyección que hay ahora mismo y probablemente unos de los mejores en activo. Philip Seymour Hoffman es unos de los mejores actores de la historia del cine, y el que tenga algo que decir sobre esto que empiece a ver películas de él y que luego me diga. Eva Rachell Wood es una buena actriz joven, aún le queda camino por recorrer, pero no va nada mal. El resto son todo buenos. Lo que ocurre es que Clooney creyó que eso verdaderamente podía ser así y descuidó ciertos aspectos narrativos y formales, que hacen que en su conjunto, unido a la corta duración,  deje un extraño regusto a desilusión , lo cual no quiere decir que Los Idus de Marzo sea una mala película, aunque, desde mi punto de vista, le falta carisma y grandes momentos.