jueves, 11 de septiembre de 2014

Antes del frío invierno. En el ocaso.

Título original:
Avant l'hiver
Año:
2013
Fecha de estreno:
12 de septiembre de 2014
Duración:
102 min
País:
Francia
Director:
Philippe Claudel
Reparto:
Daniel Auteuil, Kristin Scott Thomas, Leïla Bekhti, Richard Berry, Vicky Krieps, Jérôme Varanfrain,  Laure Killing, Anne Metzler
Distribuidora:
Golem


En su tercera película, Philippe Claudel, novelista reconvertido a cineasta, retoma el tono frío y distante de su primer filme. Cuando en 2008 estrenó Hace mucho que te quiero, consiguió imbuir al espectador en una atmósfera tosca, cruel, gélida vertebrada en una contenida actuación de Kristin Scott Thomas en un personaje enclaustrado en un terrible secreto. Precisamente Claudel vuelve a contar con la actriz británica para co-protagonizar Antes del frío invierno, una suerte de drama que bordea el thriller psicológico durante gran parte del metraje. Y vuelve a sumergirnos en un ambiente helado, grisáceo y seco -aunque menos evidente que en su ópera prima- para contarnos una historia saturada de falsas sospechas y recelos.

Kristin Scott Thomas interpreta a Lucie, esposa aburrida de un neurocirujano pues se pasa los días encerrada en su cárcel de cristal- una tremenda mansión de grandes ventanales con un enorme jardín al que cuida con obsesión- desde que lo dejara todo por él. Paul (Daniel Auteuil) su marido y principal protagonista de la película, está enfrascado en su trabajo, en una cárcel laboral, con apenas tiempo libre para su mujer. En apariencia, son una pareja feliz pero ya no hay comunicación entre ellos, tal y como demuestra Lucie en sus conversaciones con Gerrard (Richard Berry), un amigo común de la pareja enamorado en secreto de ella. De repente, Paul comienza a recibir ramos de rosas en la oficina, en casa. Y, al mismo tiempo, conoce a la joven Lou (Leïla Bekhti), una camarera que se cruza continuamente en su camino.


Claudel abre Antes del frío invierno con la muerte de Lou. ¿Por qué ha muerto la chica? Entramos entonces en un flashback para recorrer el camino hasta conocer la respuesta. Se trata de una técnica discutible para mantener expectante al espectador. Vale, te ahorra la sorpresa cuando la película llega a ese punto pero te hace cuestionarte cómo ocurre todo. Y todo esto para explicar la historia de un hombre sexagenario a punto de entrar en el invierno de su carrera laboral. Antes de experimentar la congelación en su vida y entregarse a la jubilación, Paul se replantea si ha perdido el tiempo. La aparición de Lou le sirve como estimulante.

Aunque parezca increíble, no sucede nada en términos amorosos entre el hombre maduro y la chica joven. Claudel abre un frente para interesar al público pero no busca retratar el tema de la infidelidad si no el de los recelos, el de las falsas sospechas, el de los reproches. El matrimonio se resquebraja ahora pero, en realidad, ya estaba roto desde hace mucho. Claudel bucea en los problemas de un matrimonio de clase media-alta representando con frialdad y sequedad el carácter de sus personajes. El guión adolece de ser complejo pero más bien podríamos calificarlo como rebuscado, sobre todo cuando tontea con el thriller, con el misterio en torno a Lou, un personaje presentado desde la perspectiva del protagonista, por tanto, nos faltan datos para entenderla por completo.


Como ya hiciera en Hace mucho que te quiero, Claudel juega en la búsqueda de un final impactante, con sorpresa. De hecho, la conclusión final es muy perturbadora si la analizas en frío. Sin embargo, la distancia por la gelidez emocional de unos personajes introspectivos o el uso de un innecesario giro sorpresivo unido a un desarrollo pausado de la trama lastran una película que podía haber explotado más la relación deteriorada del matrimonio sin necesidad de tanta floritura. Así, sólo nos queda responder a una pregunta: ¿Logrará Paul prepararse para el ocaso de su vida antes de que, de hecho, llegue el frío invierno?

6,5/10

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