Águila Roja, una serie de altos vuelos

Hace nada la 1 de Televisión Española nos obsequiaba con un resumen de la quinta temporada de Águila Roja, una de las ficciones más seguidas de la cadena pública. Se trata de un adelanto para abrir boca antes del estreno, el próximo jueves, de la sexta. Vamos a aprovechar la ocasión para escribir acerca de la temática de la serie y cómo dejó la historia en vilo a más de cuatro millones de personas por casi un año.

La cabalgadura de nuestro héroe particular en las pantallas comenzó en febrero de 2009, su historia, sin embargo, nos traslada al Madrid del siglo XVII. Su protagonista es Gonzalo de Montalvo (David Janer), un maestro, que no duda en transformarse en Águila Roja y hacer gala de su dominio con armas y puños con tal de descubrir al asesino de su esposa, Cristina. Tendrá que lidiar en sus múltiples aventuras con un pasado incierto y numerosos personajes que no se lo pondrán nada fácil.

¡ALERTA SPOILER! En la primera temporada descubríamos que el asesino de Cristina no era otro que el comisario de la villa, Hernán Mejías (Francis Lorenzo). En el momento en el que Águila Roja iba a terminar con él y dar por finalizada su venganza, la persona que lleva cuidándole desde pequeño, el fraile Agustín (Adolfo Fernández), le revela que es su hermano, lo que termina deteniendo a Gonzalo. Con la segunda temporada, Águila Roja lleva a cabo numerosas indagaciones acerca de sus orígenes y, poco a poco, va completando su árbol familiar con ayuda de Satur (Javier Guitiérrez), su fiel –y patoso- criado.

La marquesa de Santillana tiene poco de santa.

Uno de los puntos más interesantes de la serie es que el espectador la conoce prácticamente entera desde el principio. Uno de los aspectos más sorprendente, entonces, es cuando Hernán se casa con Irene (Elisa Mouliaá) en la tercera temporada. Irene, supuesta sobrina del malo por excelencia de la serie, el cardenal Mendoza (José Ángel Egido), no es otra que la otra hermana de Gonzalo. Y, por tanto, también hermana del propio comisario. En esta temporada también nos quedamos con la relación entre la marquesa de Santillana, Lucrecia (Miryam Gallego), y su hijo Nuño (Patrick Criado). Una relación basada en la mentira y el secreto de que el joven marqués es hijo de Hernán.

Seguramente, hablando ya de la cuarta temporada, entremos de lleno en las historias de los personajes y, con tanta información que ellos desconocen, les veamos desde arriba como quien observa un hormiguero, plagado de historias de superación y desamor dentro de una trama repleta de misterio. Así es, mucho desamor el de Margarita (Inma Cuesta), hermana de Cristina. Ve como su novio el médico Juan de Calatrava (Roberto Álamo), duque de Velasco y Fonseca, se casa con otra; mientras en casa Gonzalo coquetea con un antiguo amor, Mariana (Mónica Cruz), lo que le impedirá hacer frente a lo que siente por su cuñado. Águila Roja sigue la búsqueda de un gran tesoro, escondido, ante el gran interés de Satur por salir de la miseria.

La quinta temporada está repleta de momentos límite. Irene empieza a desobedecer a su tío, un hombre ansioso por llegar a Papa. Gonzalo descubre que ha tenido el Santo Grial en casa, como una copa más y Satur hace frente a su oscuro pasado, mucho más misterioso incluso que el de Águila Roja. La Marquesa se ve envuelta en múltiples escándalos y Margarita logra escapar, in extremis, de la hoguera. A todo esto debemos de sumar la aparición del –supuesto- auténtico marqués de Santillana y hermano mayor de Nuño, Jacobo (Carlos Areces). Aparece por la puerta grande junto a su madre Sagrario de Castro (Loles León), que pone el palacio patas arriba ante la ausencia de Lucrecia. Bajo un falso viaje a Europa, la marquesa esconde un embarazo que culmina en el nacimiento de un hijo del rey Felipe IV (Xavier Elorriaga).

La quinta temporada y el embarazo de Mónica Cruz

En el último capítulo de la temporada, Águila Roja debe elegir entre Margarita, que es retenida por un capitán inglés, o su madre Laura de Montignac (Julia Gutiérrez Caba), que ha secuestrado al pequeño príncipe de España como venganza. Porque Hernán, Gonzalo e Irene son hijos bastardos del rey: Laura piensa que están todos muertos y Hernán no sabe nada, como Irene. Solo Gonzalo conoce que su madre sigue viva y que Hernán es su hermano. Al final logra liberar a Margarita, pero no llega a tiempo de salvar a su madre, que en vez de contarle algo relevante, muere con su nombre en los labios.

La serie nos dejaba expectantes de más el pasado noviembre con un Águila Roja destrozado, pues había sido el comisario el que había disparado a su madre sin saberlo, y a Satur en serios problemas, encerrado con el tesoro que tanto se habían empeñado en encontrar. Solo queda esperar al próximo jueves para descubrir como continua la historia del héroe más nacional de la televisión.