Margatet cuenta la historia de Lisa, una joven estudiante de New York que por desgracia presencia una accidente de tráfico mortal en el que muere una mujer, siendo ella, de forma involuntaria, partícipe de dicho accidente. A partir de ese momento, Lisa experimentará cambios en su actitud, planteándose muchos de los ideales que tenía y preguntándose sí podría haber hecho algo más. La culpabilidad y el remordimiento la llevan a enfrentarse a sus miedos e intentar hacer justicia, pero no va a ser fácil. Lisa es demasiado joven e idealista. Es inexperta y está llena de dudas. Por otro lado, la búsqueda de una identidad, tanto a nivel social o cultural, como a nivel sexual, le hará estar aún más confundida. La historia se desarrolla en un marco lineal bastante clásico, abordando los temas de forma muy directa, donde prima la interpretación de los actores, por encima de un discurso narrativo traducido en imágenes.
La mayor baza de la película reside en la interpretación de Anna Paquin. Una llorona con carrera, pero buena actriz. Su interpretación de Lisa está pasada de rosca, lo cual no quiere decir que sea malo, pero a veces es un tono demasiado estridente para el tono general de la película. Me gusta como actriz y entiendo que la capacidad dramática de la que hace gala en casi todas las cosas que he visto de ella, le hacen muy capaz a la hora de interpretar este tipo de papeles, pero lo que para muchos es algo positivo para mi torna en algo pesado, tedioso y en muchos casos difícil de ver. Pero repito, ella lo hace bien, es el tono de la película la que la convierte en algo casi odioso. Verla llorar escena si y escena también, verla gritar y exasperarse cada dos minutos es algo con lo que no conseguí conectar. Creo que es un error por parte del director, que la dejó demasiado a su aire y ella, claro, se puso en un lugar donde se sentía cómoda.
Relación profesor alumna: ¡Qué poco original! |
El gran problema de la historia es la incapacidad del director por mantenerte interesado en las casi dos horas y media que dura la película. Cuenta con momentos de tensión lo suficientemente impactantes como para volver la mirada hacia la pantalla captando mi atención, pero son muy fugaces, además, el director está demasiado agarrotado, no tiene agilidad, su cámara es demasiado estática cuando no tiene que serlo y cuando se permite algún lujo es un travelling cenital con valor narrativo que no dice nada al conjunto. Moralidad, educación, justicia... son algunos de los términos con los que el director intenta entrelazar su historia, pero ninguno de ellos está lo suficientemente bien planteado. Pequeñas historias de amor adolescente empañan temas principales, personajes como el padre de Lisa no aportan nada y líneas y líneas de gritos y más gritos acaban en un final estúpido, ñoño y sin fundamento. Supongo que los casi 5 años que estuvo en post- producción por temas económicos, caprichos de las productoras, etc, etc, le han sentado muy mal al conjunto, quedándose en algo mediocre.
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