El
joven Jake Schreier debuta en la gran pantalla con Un amigo para
Frank, película que causó gran expectación tanto en Sundance
como en Sitges, y que ahora, por fin, podemos dar gracias que ha
llegado a las carteleras españolas.
Curtido
a base de comerciales, videos musicales y cortometrajes, Schreier
también ha cosechado el éxito con su primera película, aplaudida
tanto por la crítica como por el público, que ya ha recaudado en
USA más de lo que ha costado y no ha funcionado nada mal, para lo
que se espera de una película independiente.
Un
amigo para Frank nos introduce en un futuro no muy lejano, donde
el anciano Frank, ex ladrón de joyas, ahora vive sólo y sus
pérdidas de memoria son cada vez más frecuentes, por lo que su hijo
Hunter decide regalarle un robot-mayordomo para que cuide de él.
Frank no está muy conforme con la idea al principio, pero poco a
poco entablará amistad con el robot, a la par que resurge en él el
deseo de volver a robar.
Película
de pequeñas pretensiones, sencilla pero muy agradable y que se crece
en el interior del espectador que conecta de lleno con ella.
Es la
viva expresión y el buen ejemplo de lo que es y debe significar una
película indie, pues la cercanía de este relato no sería la
misma en una película de mayor envergadura.
Temas
como la amistad, la vejez, la familia, el Alzheimer... o la vida en
general, se tratan con naturalidad, ternura, pasando de la comicidad
al drama conmovedor sin desentonar en ninguno de los dos.
La
dupla Langella-Robot (con voz de Peter Sarsgaard) conquista la
pantalla, de tal forma que aunque sus intenciones sean ilícitas, a
ojos del espectador es lo correcto, pues al igual lo ve el robot, es
el único estímulo de Frank, y estar ocupado le mantiene la mente
activa y fresca.
Tampoco
podemos quejarnos del gran elenco de secundarios, de la talla de
Susan Sarandon, Liv Tyler o James Marsden, que cumplen cuando se les
requiere en pantalla.
Quizás
le falte indagar más en el personaje de Jake (Jeremy Strong), que
siempre parece tener algo misterioso entre manos pero no se deja
entrever nada al respecto, y dotar al robot de mayor carisma, pues si
bien es verdad que se le acaba cogiendo cierto cariño por cómo
acontece la historia y cómo cuida a Frank, no llega a brillar con
luz propia, falta mayor complicidad (no hace falta un nuevo Johnny
nº5, pero sí un personaje que despierte interés por sí mismo y no
a raíz de su compañero), que ya la convertiría en una película
rozando el sobresaliente, pero recordemos que se trata de un guión
de Christoper J. Lloyd, un prácticamente debutante, y pese a ello,
consiguió por esta historia que esquiva perfectamente los
sentimentalismos de forma inteligente una nominación en los
Independent Spirit Awards.
Hablamos
pues de una notable producción que nos deja expectantes de los
nuevos trabajos de Schreier y Christoper J. Lloyd, que esperemos
consigan otras más que interesantes y emotivas historias como la que
nos ofrece Un amigo para Frank.
No se
la pierda.
8/10
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