miércoles, 12 de febrero de 2014

Cuando todo está perdido. Océanos de soledad.



Título original:
All is lost
Año:
2013
Fecha de estreno:
14 de Febrero de 2014 
Duración:
106 min
País:
Estados Unidos
Director:
J.C. Chandor
Reparto:
Robert Redford
Distribuidora:
Universal


Más de treinta años ha tardado un director descubierto en el Festival de cine Independiente de Sundance en ofrecerle un papel al creador de dicho festival. En 2011, Redford conoció a J.C. Chandor cuando éste presentó su laureada opera prima Margin Call. Poco tiempo después, Chandor se puso en contacto con el veterano actor para presentarle un guión bastante parco en diálogos, cuasi mudo, sobre un hombre maduro en una travesía solitaria en alta mar. Redford enseguida se entusiasmó con la propuesta, tan distinta a los proyectos que le suelen llegar, y se subió a bordo del Virginia Jean en la arriesgada Cuando todo está perdido.

La audacia de Cuando todo está perdido reside en respaldar la historia con tan sólo un actor, en un único escenario y con tan sólo dos líneas de diálogo. Así, la película debe funcionar especialmente en el plano interpretativo y en la transmisión de emociones, algo que consigue a medias. El protagonista es un hombre anciano embarcado en un velero que un día choca accidentalmente contra un contenedor, lo cual provoca un boquete en la base de su embarcación. Sus sistemas de comunicación fallan y pronto una tormenta le pondrá en serios apuros. No se dan datos sobre las motivaciones del hombre ni sobre su pasado; únicamente le vemos escribir una carta en la cual pide perdón a alguien. Como no sabemos nada de él, ni siquiera su nombre, aquí lo importante son las acciones del momento, preocuparnos por si saldrá con vida en su lucha contra el inmenso océano. Estamos ante una película de supervivencia, de un ser humano enfrentado a la caprichosa naturaleza.


A estas alturas ya nadie duda del carisma y la presencia -su nombre ya le da un enorme caché al proyecto- de todo un curtido actor como Robert Redford. Nuestro protagonista sufre accidentes, tormentas, hambre y, sobre todo, soledad, condiciones muy fatigosas para cualquier persona. A sus 77 años, Redford demuestra su eficiencia (y osadía) en una película exigente a nivel interpretativo y físico pues durante el rodaje no contó apenas con dobles para hacer las escenas más duras. Pero ser tan metódico no es suficiente para transmitir los sentimientos de su personaje. Quizá sea el paso de los años o quizá las operaciones de estética; el caso es que a Redford, aunque mantiene el tipo durante casi todo el metraje, se le nota cansado y le falta más rabia, más garra, más fuerza en algunas escenas de desesperación y soledad, esto es, en los momentos más dramáticos del film.

A pesar de la carencia de diálogos, la película es entretenida por ver cómo un hombre es capaz de superarse a sí mismo en su afán por sobrevivir, por cómo agudiza el ingenio cuando todo parece estar perdido, por cómo lucen y dan juego en la pantalla grande las inclemencias climatológicas. Eso sí, los expertos en navegación ya andan poniendo el grito en el cielo por las incongruencias en la actitud del protagonista: desde no llevar chaleco salvavidas hasta el rápido aprendizaje de los sextantes navigatorios. La verdad es que, aún no entendiendo nada de navegación, el espectador medio no podrá evitar cuestionarse alguna de las acciones o decisiones del personaje. 
 

Aún careciendo de toda la emoción que se le exige, Cuando todo está perdido resulta una experiencia medianamente satisfactoria. Se trata de una película poco convencional, cuyo resultado podría haber sido muy aburrido con un protagonista tan callado con el que cuesta empatizar. En cambio, sus acciones mundanas derivadas del innato instinto de supervivencia del ser humano, son las que engrandecen la película y mantienen el interés del espectador.

6/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...