jueves, 10 de marzo de 2016

No crezcas o morirás. Memorias de un no-zombie adolescente.

Título original:
Don't grow up
Año:
2015
Fecha de estreno:
11 de febrero de 2016
Duración:
81 min
País:
Francia / España
Director:
Thierry Poiraud
Reparto:
Fergus Riordan, Madeleine Kelly, McKell David, Darren Evans, Natifa Mai, Diego Méndez, Dominique Baute, Daniela Jerez
Distribuidora:
Alfa Pictures


Apenas nos hemos recuperado del intenso fin de semana de cine fantástico y de terror proporcionado por la XIII Muestra Syfy y ya tenemos en nuestra cartelera una nueva película de género, No crezcas o morirás. Aunque el anterior trabajo de los artífices de ésta podría cumplir, en parte, con las exigencias del público de la Muestra – diálogos risibles, personajes estúpidos, muertes mandangueras-, esta nueva colaboración entre Thierry Poiraud -director- y Marie Garel Weiss -guionista- está manca de atmósfera, de inteligencia, de mandanga (lol) y, si nos ponemos, hasta de cariño. Bien pensado, el resultado de su anterior trabajo conjunto, Goal of the dead, hijo de la colaboración de hasta seis guionistas y dos directores, tampoco era para tirar cohetes. El señor Poiraud firma la segunda parte -literalmente, pues está dividida como un partido de fútbol- de Goal of the dead, la, dicho sea de paso, parte más floja de la película. Con estos precedentes, no extraña tanto la pobreza -en casi todos los ámbitos- de No crezcas o morirás.

Poiraud parece haberse estancado especializado en el subgénero de los no-muertos y lo emplea como una constante dentro de su filmografía, eso sí, con ganas de refrescarlo con ideas, a priori, interesantes. No crezcas o morirás empieza con una premisa prometedora de un mundo adulto consumido por algún tipo de virus (o vete a saber qué) que les hace atacar a los niños. Pero pronto muta a una anodina road movie aderezada con drama adolescente y romance incipiente donde es más importante la relación entre los chicos que la amenaza externa. Los protagonistas son un grupo de preadultos confinados en un centro de menores durante las vacaciones escolares ya que no tienen familia con quien pasarla. Cuando el supervisor no acude al centro, los chavales aprovechan para salir al exterior a por cervezas y viandas. En el exterior se empaparán de una epidemia que sólo afecta a los adultos, convirtiéndolos en máquinas de matar niños. Comienza para el grupo una lucha por la supervivencia.


Una lucha relegada a un segundo plano en cuanto la trama adquiere un cariz de profundidad dramática. La pretendida alegoría sobre la complicada transición a la adultez (aka el miedo a a crecer y afrontar los problemas de ser mayor) se hunde en las aguas de esa isla sin nombre donde se ambienta la historia puesto que no se incide en demasía en el mundo apocalíptico. Y eso que obviar los orígenes de la mutación, sólo conociendo que afecta a los adultos, sin un patrón claro de contagio -sí sintomático: sangrar por las orejas-, asumía un rol de terror incontrolable al que no se le ha sabido sacar provecho. Poiraud y su equipo optan por seguir a los adolescentes mientras buscan cómo salir de la ínsula al tiempo que entre ellos se van estrechando los lazos. Si durante los primeros minutos la película prometía acción, tensión o terror -la escena del supermercado-, la segunda mitad es un drama teen de manual.


Y la esencia dramática nos importa un pepino por el nulo desarrollo de personajes, meros estereotipos del género de terror. A veces, lo divertido del género es reconocer los clichés y darles un sentido, bien una vuelta de tuerca, bien profundizando en su psicología. Aquí se limitan a desfilar por pantalla el macarra/pasota egoísta (de trasfondo, o no, generoso, a conveniencia de la trama), el chico de pasado problemático (y los flashbacks a su trauma) y la chica final (mujer virginal de gran determinación), entre otros tópicos. Esta co-producción entre Francia y España rodada con actores británicos, no es un despropósito tan épico como hemos dado a entender. Posee alguna escena, como hemos dicho, de verdadero horror. Como horrorosa es su traducción al castellano añadiendo el morirás. Que quede claro que es una peli de terror, vaya. Y vista con la perspectiva de este finde "fantástico", No crezcas o morirás resulta un subproducto potable. 

4,5/10

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