Apadrinada
por nada menos que Edgar Wright, inconfundible entre los seguidores
del humor británico más gamberro, nos llega Turistas
(Sightseers), otra destacada película de esta vertiente que
hará las delicias de los amantes del humor negro.
Ben Wheatley, director de Kill
List, repite con los actores
Steve Oram y Alice Lowe, que, a su vez, se encargan de escribir el
guión de la película, que, sin duda, está siendo lo más laureado
de los festivales por los que ha pasado, recibiendo incluso premios
en este apartado en Sitges, Mar de Plata, en el círculo de críticos
de Londres y en los British Independent, y estuvo en la sección
paralela “Directors' Fortnight”
de Cannes 2012.
Turistas,
trata de las vacaciones de una peculiar pareja, Tina y Chris, que se
van en su caravana por las islas británicas, a pesar de las
reticencias de la madre de Tina. Pero estas idílicas vacaciones
servirán para poner a prueba su amor y conocer su lado más
salvaje...
Y
lo que empieza con las típicas gracias de una madre que no traga a
su yerno, pronto se vislumbra un humor negro alocado que no deja
títere con cabeza.
Una
irónica sátira sobre la pareja, el amor y hasta donde es capaz de
llegar el ser humano en la búsqueda de la satisfacción personal, de
la mano de la amoral pareja que forman Tina y Chris, grandes Steve
Oram y Alice Lowe, que en pocos minutos se ganan el beneplácito del
público.
Pero
que nadie se asuste, estas reflexiones sólo se pueden sacar si se
tiene ganas de reflexionar tras el visionado, pero durante éste, no
hay discursos sesudos ni nada por el estilo, pero sí situaciones
estrambóticas que pondrán a prueba el humor de cada uno, que a buen
seguro conseguirán más de una carcajada.
Sin
entrar a destripar los numerosos gags que pueblan el guión de
Turistas, si se puede
decir que ninguno queda como una gracia o apunte fuera del conjunto,
sino que éstos sirven para desarrollar la acción de la historia,
para definir el carácter de los personajes, demostrando que
efectividad y calidad no están reñidas cuando las cosas se hacen
bien. Otro ejemplo de esto es en elenco de secundarios que ninguno
desentona en el conjunto de la obra, llegan a tener su minuto de
gloria, pero nunca dejan de servir al objetivo principal que
comentaba antes: desarrollar tanto el carácter de los personajes y
hacer avanzar la película.
Esta
road movie con un toque muy light de gore, rezuma ese aroma
entusiasta de los directores que intentan demostrar de lo que son
capaces y hacerse un hueco en la industria cinematográfica, una
mezcla de ideas ingeniosas y talento desatado que suponen una
refrescante alternativa para el cinéfilo deseoso de originalidad
dentro de las carteleras actuales, lo que la convierte en una más
que interesante propuesta que merece su atención, incluso el doble
si se es amante del humor inglés (aquí en su vertiente más negra).
7/10
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