lunes, 15 de diciembre de 2014

Stand by me Doraemon. El bolsillo mágico que hizo de Nobita un hombre de provecho.

Título original:
Stand by me Doraemon
Año:
2014
Fecha de estreno:
19 de Diciembre de 2014
Duración:
95 min
País:
Japón
Director:
Takashi Yamazaki, Ryûichi Yagi
Reparto:
Animación, Voces de Alaska, Mario Vaquerizo
Distribuidora:
Alfa Pictures



Doraemon es un personaje de la infancia de muchos, entre los que me incluyo. Pero pocos conocemos realmente de dónde surgió este singular personaje y todo su mundo. Empieza en una revista infantil de 1970. El posterior anime ha tenido hasta la fecha tres series: en 1973 se creó la primera, de cincuenta y dos episodios, enfocada a un público más adulto y que no tuvo éxito. La segunda, la más famosa y que todos conocemos, es la que data de 1979 hasta 2005, enfocada ya a un público más infantil, y que consta de la friolera de 1787 episodios, siendo el segundo anime más largo de la historia (sólo detrás de 'Sazae-san'). Actualmente hay en emisión una tercera serie, con idéntico éxito, que comenzó en 2005 y lleva ya unos 600 episodios y cada año se crean unos veintiséis más. En 1980 se crea la primera película y hasta la fecha existen treinta y cuatro, una por año aproximadamente desde la creación de la segunda serie. Más de cien millones de espectadores ya han disfrutado de sus películas en Japón (personaje más visto en la historia de Japón en cines). En España sólo se han estrenado ocho y Stand by me Doraemon será la novena. Además, es la primera película basada en la serie que usa la tecnología 3D CGI.
La serie en España llegó en 1994. Se ha doblado en castellano, catalán, gallego, vasco y valenciano.
La serie aún sigue en antena en cuatro canales: Boing, TV3, ETB y TVG2. Este año se celebran 20 años en antena y para ello Alfa Pictures estrena el 19 de diciembre Stand by me Doraemon.



El germen del manga, como hemos dicho, surgió de una revista, Shôgaku Yonensei, dirigida principalmente a chavales de la edad correspondiente a 4º de primaria. Allí, en el número de diciembre de 1969, justo en el anterior número a la publicación del manga, apareció un anuncio avisando que “algo iba a salir del cajón”. Por aquel entonces aún no sabían el qué, no había ni título, y en algún momento antes del siguiente número, se les ocurrió que de ese cajón (del escritorio de Nobita) aparecería un robot del futuro capaz de sacar miles de ingeniosos inventos. Así que todo surgió de un cajón que había que rellenar. Curioso sin duda. Y, cómo no, así comienza la película, cuando Sewashi, tataranieto de Nobita, y su robot Doraemon, irrumpen por el cajón de su escritorio anunciándole que su futuro será un desastre y arruinará a su familia por varias generaciones.

Para la película, los directores de Friends: Aventura en la isla de los monstruos y la animación del videojuego “Onimusha 3”, Takashi Yamazaki y Ryūichi Yagi, cogen como referencia el manga y la segunda serie, la más famosa, con un guión que entrelaza varios episodios, pero con un inicio y final propiamente de película. Esto es todo un acierto, pues no crea la sensación frustrante de otras adaptaciones de ser un episodio estirado para la gran pantalla, sino de una verdadera historia que se puede ver incluso para quienes no conozcan a los personajes en absoluto. Además, la historia, personajes, situaciones y reacciones son 100% Doraemon

 
 
Stand by me Doraemon está enfocada indudablemente a los fans de la serie sobre todo, pero sin renunciar a posibles nuevos públicos. De ahí que al inicio de la película se nos presente a Doraemon como un personaje nuevo, como si todo comenzase de nuevo. De hecho, muy pocos seguramente hayan visto el inicio de la serie, con lo que probablemente este primer encuentro entre Nobita y Doraemon sea de gran expectación para ellos.
La película transcurre entre el siglo XXI y el XXII, y cuando saltamos al futuro, quizás la primera sensación es que se han emocionado demasiado añadiendo coches voladores y carreteras cual tubos de cristal, pero la explicación que nos dan sus directores es que ese futuro viene como lo imaginaría un niño como Nobita en su época (los años 70). Un futuro de ensueño y utópico, sobre todo.
Pero, pese al tono infantil de la serie y que, desde luego la serie no renuncia a él, en la película también vislumbro un cariz más adulto, muy propio de muchos animes, que dotan a sus películas de un trasfondo inusual en la animación de otras regiones. Es bueno comprobar que, quizás el principal fallo de la serie, ese constante déjà vu entre episodio y episodio, como si Nobita estuviera en un bucle temporal y nunca avanzase la historia y el patrón del capítulo siempre fuera el mismo: Nobita se mete en líos – Doraemon saca invento para ayudarle – Nobita contento – La cosa se tuerce – Nobita aprende que el invento no es la solución (lo que cambia es el invento en sí), aquí sólo dura unos pocos minutos, como guiño a la serie, y verdaderamente hay un guión detrás, una historia que contar (dentro de los cánones de la serie, no os creáis que han emulado a Ghibli).
Hay un dramatismo en varias escenas que me cuesta creer que vaya enfocado a un público infantil, así que desconozco cuál será la reacción de los espectadores y la taquilla en España. Ojalá sepamos la sepamos apreciar en su medida.


Otro de los grandes aciertos es retomar el doblaje original de la serie, hace que, pese a ese nuevo formato 3D CGI al que al principio cuesta acostumbrarse (siempre los hemos conocido de otro manera), esos personajes sigamos sintiéndolos como propios. Ahora bien, las incorporaciones (de cara al reclamo publicitario) de Alaska (voz de Shizuka mayor) y Mario Vaquerizo (voz de Nobita mayor), realmente desentonan con el conjunto. De hecho, son Nobita y Shizuka los únicos que al crecer cambian su tonalidad, dando una sensación rara. Este tipo de chapuzas las hemos vivido ya en otras películas de animación. Especialmente me viene a la mente la voz del personaje principal de Lluvia de albóndigas doblada por, el aquel entonces famosete de la TV, Flipy.

Pero si las voces son gran parte de la personalidad de la serie, si hay algo que sin duda llama en especial la atención en Doraemon son sus inventos, y en la película no se iban a dejar de lado, desde luego. Así que, unos más renovados, otros apenas retocados, pero los principales inventos y otros vistos en el anime hacen su aparición en la película. Ahora disfrutaremos del gorrocóptero, la puerta mágica, el túnel de Gulliver, la máquina del tiempo, el huevo de impronta, el pan empollón, la cámara que sirve para cambiarse, el pañuelo del tiempo, las ondas sinceras, el televisor del tiempo, la loción repelente, el acelerador de cuerda y el guante atrapador como nunca antes los habíamos visto.


La novedad la encontramos en su apartado visual, pues. Un buen día que los productores vieron Toy Story 3 y desearon querer hacer algo de similar calidad en Japón. Una búsqueda de renovar la animación para competir en el mercado extranjero, más allá de la animación tradicional. Y el resultado es Stand by me Doraemon.
Algo más de un año llevó el diseño de los personajes, buscando principalmente mayor realismo pero también fidelidad a las expresiones del manga y sus exageraciones.
En este 3D CGI no hay captura de movimiento todo está creado desde 0 por los animadores y no hacen falta gafas 3D para verlo. Los escenarios son maquetas a escala 1/6, donde cada una tardó casi un año en crearse. Estas maquetas, con todo lujo de detalles se usaron para los decorados de la película, insertando los personajes animados digitalmente sobre las maquetas, sin que se note una diferencia a nivel visual. Esta técnica ya la habían empleado con éxito en el videojuego Onimusha 3 y otra vez vuelve a resultar fascinante. Una vez vista, podemos decir que la sensación de realismo se logra con creces.

Como guinda al pastel, la banda sonora la película. Nos falta ese opening con Ojalá mis sueños, pero a cambio tenemos al grupo teenage de moda (deduzco, a mí de poco me sonaban) Fiver, grupo de pop rock adolescente, con videoclip de Stand by me al final de la película.
En la versión japonesa, la banda sonora la pone Motohiro Hara con el tema Himawari no Yakusoku.
E imperdible la cachondada del anuncio de después (para qué esperar a salir del cine si ya puedes influenciar a los nenes desde el cine) y luego créditos finales con tomas falsas para los que gusten de ello.
En general un ejercicio estimable por sacar una película de una serie que tenga entidad propia y que los que crecimos con ella podamos ver sin sentirnos defraudados.

6,5/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...