lunes, 24 de agosto de 2015

Atrapa la bandera. Producto comercial sin sustancia detrás.


Título original:
Atrapa la bandera
Año:
2015
Fecha de estreno:
28 de Agosto de 2015
Duración:
97 min
País:
España
Director:
Enrique Gato
Reparto:
Animación
Distribuidora:
Paramount




Bien es cierto que el cine de animación en España es aún un mundo por explorar, falta mucho terreno por recorrer, pero ya se han empezando a hacer cosas curiosas en este campo.
Tenemos películas de buena calidad artística como Nocturna, Arrugas o Chico & Rita (esta última no muy de mi agrado pero que goza de gran consideración), y luego productos más comerciales destinados a expandir el mercado y crear cierta industria, como serían el caso de Planet 51 y Tadeo Jones, ambas muy rentables aunque de poco calado artístico.

Atrapa la bandera entraría en esta segunda categoría, de hecho su director no es otro que Enrique Gato, el mismo de Tadeo Jones (lo cual se nota en la película, en cuanto a tono y demás), y esto debería servirnos para hacernos buena idea de lo que esperar de antemano sobre el film, para bien o para mal.


De hecho, más de un padre despistado creerá que se trata de una continuación de las aventuras del torpe arqueólogo (Tadeo Jones va al espacio!?), pero nada que ver, al menos no argumentalmente. El espíritu sí es similar, apoyado en un guión ingenuamente pobre y bastante conservador (“La familia es lo primero”), con subrayados emocionales bastante molestos para gente poco despierta, secundarios de los tildados “graciosetes” que acaban cayendo un tanto gordos, un malo malísimo hiperbolizado y todos estos tics o malos hábitos comunes en los blockbusters “amenizados” por esos momentos musicales (que ya existían en Tadeo Jones) para enfatizar aún más el carácter comercial del producto (no olvidemos que es, ante todo más producto que cine, entendido como arte). Desde luego, o no se confía en él o directamente no interesa el espectador inteligente a los productores de la película, pues por si estas fueran pocas trabas, la película está plagada de numerosas incongruencias argumentales, que aunque bien hablemos de un cine evasivo, nunca hay que dejar de pedir un mínimo para que la película se sostenga. Aquí de buenas a primeras nos encontramos con con la premisa inicial absurda donde dos niños viajan al espacio (me gustaría saber la opinión de la NASA al respeto) y, por supuesto, la NASA tiene trajes a su medida (los niños viajan por pura travesura, es decir, no estaba planeado, pero los trajes están ahí para ser usados...
Luego hay detalles más chirriantes, como el traje espacial improvisado de la iguana (parece que todo vale en el espacio) o ya, entrando en el terreno maniqueísta, ese Helio 3 lunar (un producto altamente cotizado y energético) que curiosamente sólo el malvado histriónico desea poseer (la presidente de los USA lo conoce, pero no muestra interés en querer usarlo... muy lógico, claro)


Evidentemente, no falta el discurso final que salta todas nuestras alarmas, pues el enfoque “pro USA” queda patente durante toda la película, pero ya mediante dicho discurso queda muy patente que lo que interesa es vender marketing al otro lado del charco. Que, bueno, si la menos fuera entretenida, pues podríamos decir eso de “es que sus aspiraciones no son artísticas, sino el cine puramente evasivo” y tal, pero pretender entretener con una historia tan sumamente previsible y trillada es tener bemoles, desde luego. No hay que ser muy avispado para adivinar que esa estrategia “moneyball” que nos presentan al principio, tan molonamente, tendrá su importancia en la misión, usándose en los momentos de tensión final como han hecho trillones de veces otras trillones de películas antes. También queda bastante patente que la película apuesta por el mensaje de la unión familiar por encima de todo de forma un tanto prehistórica y prever que, pese a los innumerables esfuerzos por el montador de la película de crear cierta tensión y una resolución en el último momento de la escena; la misión acabará siendo un éxito tiene menos mérito que adivinar el Oscar a la mejor película de animación de este 2015. Y así, ni unos ni otros contentos, ni arte ni espectáculo son válidos.

Y, ojo, visualmente no está mal. Este es el campo donde mejor hemos progresado, pero aún queda muchísimo para alcanzar las banderas propuestas. Si Disney y Pixar se destacan en el campo de la animación es porque saben aunar en sus proyectos calidad visual, argumental y conquistar a padres y adultos. Aquí se ha tirado por un producto muy convencional y trillado, de carácter comercial muy marcado y obviando cualquier atisbo de arte en el medio. Pero, seamos sinceros, estos astronautas tampoco son los Minions, así que no sé yo qué salida comercial tendrá Atrapa la bandera, pero lo que queda claro es que hablamos de un producto mediocre destinado a aspirar al éxito de, la ya de por sí mediocre, Tadeo Jones

3/10 

2 comentarios:

  1. Querido critico, el día que aprendas a simplemente "relajarte y pasártelo bien" y no buscar "substancia" en una película, seras mas feliz y menos mediocre

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    Respuestas
    1. El día que el crítico deje de criticar puede que sea más feliz, pero dejará de ser crítico. Yo, como no lo soy, me puedo permitir afirmar que es una bosta infumable.

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